lunes, 30 de septiembre de 2019

¿Sigue necesario el sacerdocio ordenado?


VOLVER  AL  SACERDOCIO  BAUTISMAL
Pedro Pierre. Agosto del 2019

Hace unos días el papa Francisco ha recibido una delegación de la Asociación Internacional de sacerdotes casados. Por otra parte está el Sínodo sobre la Amazonía de octubre próximo: el Documento de Trabajo hace varias propuestas frente a la escasez de sacerdotes: ordenar sacerdotes a varones casados y también diaconizas. Tal vez hay que mirar más a fondo porque ya se van dando otras alternativas: ¿Por qué sacerdotes ordenados si se puede resolver el asunto con el sacerdocio bautismal…? Dijo el papa Francisco que, sobre estos asuntos, estaba abierto a las propuestas de las Conferencias Episcopales de los distintos continentes.
Quiero hacer unas breves reflexiones para aportar mi granito de arena afín de confirmar nuevos caminos de expresión del sacerdocio.
1.       La crisis de nuestra Iglesia, principalmente del clero, es muy grave. Los tiempos cambian rápidamente y si nos quedamos en el pasado, vamos a terminar con comunidades cristianas marginadas y marginales.
2.       Sobre el sacerdocio, pregunto: ¿Es necesario el sacerdocio ordenado tal como lo conocemos? Personalmente contesto que no. Me parece que para eliminar "el cáncer del clericalismo" (papa Francisco) hay que eliminar el sacerdocio ordenado: ese es una de las mayores consecuencias de la asimilación de la jerarquía al imperio romano en tiempos de Constantino hace 17 siglos.
3.       Basta con el sacerdocio bautismal que ha sido marginado y casi eliminado por el clero desde ese entonces. Ahora el clericalismo es más evidente y atropellador que nunca.
-          La experiencia latinoamericana de las Comunidades Eclesiales de Base nos hace ver que los sacerdotes ordenados somos 'unos más' entre los bautizados y que ellos bien pueden asumir su sacerdocio que incluye el nuestro.
-          El Concilio Vaticano 2° nos dijo que el sacerdocio bautismal era primero (LG 9) y que el sacerdocio ordenado estaba a su servicio: un paso grande para la época, que según mi parecer no ha sido puesto en práctica. También escuché que el sacerdote ordenado, por ser sacramento, es garante y confirmación del sacerdocio bautismal.
-          El sacerdocio bautismal no necesita ni garantía ni confirmación, sólo hace falta que se lo deje expresarse como lo que es: sacerdocio completo, tal como se lo practicaba en las primeras comunidades cristianas y tal como se lo practica en grupos cristianos donde, entre bautizados, se celebra 'la cena del Señor' sin presencia de sacerdote ordenado.
4.       Lo de ordenar -según unas propuestas del Sínodo sobre la Amazonía- varones casados es un paliativo que posterga el problema sin resolverlo, porque se vuelve a caer en las actuales limitaciones. ¿Por qué de una vez no se reconoce a simples bautizados, varones y mujeres, con su sacerdocio original que les capacita a presidir la ‘fracción del pan’ o eucaristía tal como lo hacían los primeros cristianos?
5.       Lo mismo pasa con ordenar a mujeres sacerdotes...
-          Primero digamos que es una gran injusticia el hecho de que las mujeres hayan sido eliminadas como sacerdotes, ya que presidían la ‘cena del Señor’ en la Iglesia primitiva. Es otro atropello del clericalismo.
-          La dicha justificación de que Jesús fue varón es una falacia, porque ser varón no es un carácter esencial para el sacerdocio. Jesús fue judío: según la misma lógica, ¡sólo los judíos podrían ser reconocidos sacerdotes católicos!
-          En la primeras comunidades, mujeres celebraban la 'fracción del pan - Eucaristía' en las casas, y hasta se nos dice en libro recién que asumían la carga obispal, según varios mosaicos de los primeros siglos.
-          El actual sacerdocio ordenado detiene el avance de la Iglesia y de su misión liberadora por su clericalismo... y otros males. Incluir a mujeres con las mismas características del actual sacerdocio ordenado sería empeorar la situación tanto de las mujeres como de las comunidades cristianas.
-          Hay que decir lo mismo para la ordenación de mujeres como diaconizas. El actual diaconado no es bautismal, sino clerical y casi siempre sustituto de sacerdocio ordenado. No valora a la mujer sino que la sigue reconociendo como inferior al varón.

Conclusión
La propuesta alternativa es el verdadero tradicionalismo: volver a valorar y expresar la dimensión sacerdotal de todos los bautizados. Tenemos que hacer conciencia de su identidad profunda y trabajar a que las y los bautizad@s lo puedan ejercer en su totalidad, es decir, presidiendo la eucaristía.
Eso es, para mí, el camino hacia un futuro en fidelidad al Movimiento de Jesús por el Reino. Cada vez más se admite que Jesús no ordenó sacerdotes no fundó ninguna Iglesia. Jesús vino para el Reino. Si, en los tiempos idos, los cristianos pensaron que el sacerdocio ordenado y las Iglesias tal como están organizadas hasta ahora, podían ser las formas de construir el Reino, hoy vemos que esta realidad existe cada vez menos.
Es tiempo de volver a las prácticas tanto de Jesús como de las primeras Comunidades cristianas. El Sínodo para la Amazonía es una buena oportunidad para superar el clericalismo y el encierro eclesial actual. Estamos en nuevos tiempos: “¡Vino nuevo en odres nuevos!” (Mateo 9,17).


sábado, 11 de mayo de 2019

Un desafío inmenso para la Iglesia católica


SÍNODO  SOBRE  LA  AMAZONÍA :  DESAFÍO  PARA  LA  IGLESIA.
Nuevos caminos para la Iglesia y para una Ecología Integral”

Pedro Pierre. Febrero de 2019.


CONTENIDO
1.       Datos sobre el sínodo
2.       La temática del Sínodo
3.       Desafíos y tareas


El sínodo sobre la Amazonía llega en un momento difícil para la Iglesia. Están los escándalos de la pederastia, las divisiones en la misma Iglesia; los resultados del Sínodo sobre los Jóvenes fueron más bien pobres. Se está esperando el Documento del papa Francisco sobre el mismo. Con relación a la Amazonía y el medio ambiente al nivel mundial, los informes son cada vez más preocupantes. Esta coyuntura hace que las expectativas del Sínodo sobre la Amazonía sean grandes y la necesidad de cambios urgentes en la organización eclesial más urgente.

A. DATOS SOBRE EL SÍNODO DE LA AMAZONÍA

1.       El sínodo
La fecha de realización está prevista para octubre de 2019. La preparación del Sínodo ha comenzado hace 3 años. El año pasado se unificó las respuestas a un cuestionario en un documento que sirve de preparación inmediata al Sínodo.
Los países que participan en el Sínodo son 9 porque tienen parte de la Amazonía en su territorio. Estos son Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela, Paraguay, Guyana y Surinam. Entre ellos se ha constituido una coordinación eclesial llamado Red Pan-Amazónica (REPAM), patrocinada por el Consejo Episcopal Latino Americano (CELAM), con sede en Bogotá.

2.       La Amazonía
La superficie de la Amazonía es de unos 7 millones de km2. Por ser el bosque más extenso de nuestro mundo, se la llama el “pulmón del planeta” por la cantidad de oxígeno que produce. Es también la región mundial donde la biodiversidad tanto de la flora como de la fauna es la más importante y diversa. En 2011 fue declarada una de las 7 maravillas del mundo.
La destrucción ambiental es de la más salvaje y aumenta cada año sin visión esperanzadora a pesar de las alarmas cada vez más numerosas, por la deforestación, la agricultura a gran escala, la minería sin control, la plantación de drogas, el turismo…
Es difícil evaluar cuál es la población de la Amazonía, por su escasez y su dispersión. Las 50 mayores ciudades de los distintos países amazónicas suman más de 15 millones de habitantes. Al interior de la selva existen unos 170 pueblos en aislamiento voluntario. La destrucción de los pueblos indígenas es progresiva.

3.       La Iglesia en la Amazonía
Cada país se esfuerza por organizar la evangelización de la Amazonía mediante congregaciones misioneras de religiosos y religiosas que hacen sacramentalización y obras sociales de educación y salud. Por ser regiones muy extensas, muy poco pobladas y con etnias muy distintas, la atención pastoral permanente es muy escaza.
Desde el Concilio Vaticano 2° hace 50 años, se puso en marcha la formación de laicos para responsabilizarse de sus comunidades. La reunión de los obispos latinoamericanos en 1992 en Santo Domingo, República Dominicana, insistió en la inculturación de la fe, de la Iglesia, de la liturgia, del evangelio y de los dogmas. Poco se ha avanzado por la falta de ministros que se dedican más a la evangelización que a la sacramentalización.

B. LA TEMÁTICA DEL SÍNODO ES “NUEVOS CAMINOS PARA LA IGLESIA Y PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL”.
El Sínodo de la Amazonía, según lo expresa su lema, va a tener 3 ejes principales.

1.       “Nuevos caminos…” con relación a su población indígena, a la globalización mundial y el desfase de la misma Iglesia frente a estos desafíos.

2.       Nuevos caminos… “para la Iglesia”: Una nueva concepción de la misión.
a)      Con el paso de los años se ha descubierto el valor de cada religión, sin que ninguna sea superiora a las demás.
b)      Se está sustituyendo la inculturación por la interculturalidad, es decir, enriquecimiento mutuo desde las culturas. La Amazonía tiene mucha diversidad de culturas capaces de generar nuevas expresiones religiosas para el mismo cristianismo.
c)       Estas novedades exigen a la Iglesia católica actualizar sus estructuras, sus normas, sus expresiones litúrgicas, sus ministerios, su centralismo y patriarcalismo…

3.       Nuevos caminos… “para una ecología integral” que abarca la naturaleza y los pueblos que viven en ella.
Hoy los derechos de la naturaleza y de los pueblos nativos son las banderas de solidaridad y de lucha de la Iglesia católica.

C. DESAFÍOS Y TAREAS
                En América Latina, el Concilio, las Conferencias Episcopales Latinoamericanas, las Comunidades Eclesiales de Base y la Teología de la Liberación han abierto nuevos caminos. El Sínodo de la Amazonía es una oportunidad única para la transformación de nuestra Iglesia y de nuestro mundo actual.

1.       Los grandes desafíos
Se esperan que el Sínodo abra nuevos desafíos.
a)      Que sea un nuevo comienzo para los Pueblos amazónicos. Actualmente están en juego su sobrevivencia, su desarrollo armonioso y su integración respetuosa en la Comunidad internacional.
b)      Que sea un gran Pentecostés para la Iglesia católica. Las Iglesias de la Amazonía son un ‘laboratorio’ para la transformación eclesial si sabemos abrirnos a la novedad de los ‘signos de los tiempos’ y del Espíritu santo.
c)       Que sea una relación amorosa con la naturaleza. La gran novedad de los Pueblos amazónicos es su relación amistosa con la naturaleza. Ellos pueden aportar mucho a la renovación del resto del mundo.

2.       Tres grandes tareas
Nuestra Iglesia necesita grandes cambios para salir de un pasado obsoleto que no enfrenta los actuales desafíos. He aquí unos 3 caminos que se inspiran de las palabras y actitudes del papa Francisco – Sustituir el actual sistema de muerte – Ser una Iglesia ‘en salida’.
a)      El ejemplo de Jesús y las prácticas de las primeras Comunidades cristianas: Volver al primer amor. El Concilio Vaticano 2° y los distintos Sínodos continentales del final del siglo pasado nos orientan todos para regresar a la novedad de Jesús y de su Buena nueva del Reino. La misión de Jesús fue hacer acontecer el Reino de Dios. Las primeras Comunidades cristianas continuaron por ese camino, por eso nos dejaron los Evangelios, o sea, la práctica de Jesús con relación al Reino.
b)      Enfrentar y sustituir el sistema de muerte neoliberal. Sobre esta doble necesidad, el papa Francisco es particularmente claro y contundente, en particular en su Encuentros con las Organizaciones Populares en Roma y Bolivia. Califica al sistema capitalista de “terrorista”… que debe ser “cambiado”. “Hablamos de la necesidad de un cambio, un cambio de estructuras, para que la vida sea digna… ¡Rebélense contra la tiranía del dinero! ¡Sean solidarios! ¡Huyan de la corrupción!”.
c)       “Un Iglesia en salida”. En su Exhortación sobre La Alegría del Evangelio escribía: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para auto-preservación” (EG 27). Eso significa:
-          Salir de una cultura clerical hacia una cultura del diálogo y del respeto.
-          Salir de una Iglesia fortaleza hacia una iglesia “hospital de campaña”.
-          Salir de una Iglesia encerrada sobre sí hacia una iglesia del cuidado y de la misericordia.
-          Salir de una institución absolutista hacia una iglesia comunión y pueblo de Dios.
-          Salir del estatus quo y la complicidad hacia una iglesia profética, defensora de todas las víctimas.
-          Salir de una pastoral de sucesos multitudinarios hacia la Iglesia de las casas’…

Estos cambios son posibles ya que han comenzado a hacerse realidad; son necesarios porque el pueblo de los pobres lo está pasando muy mal; son urgentes porque las crisis eclesiales serán siempre más fuertes y devastadoras.


sábado, 16 de febrero de 2019

Iglesia en salida... de la cristiandad y de todo lo que queda de ella


I G L E S I A   E N   S A L I D A,  Wanda  Rodríguez  Mangual

Presentación Jornada celebración 50 años de Medellín- IMDOSOC


Buenos días.
Me han pedido que reflexione esta mañana sobre lo que significa “Iglesia en salida”, este concepto que lanza el papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, pero que no es de él propiamente, sino que lo retoma, lo actualiza y lo relanza, para dar continuidad al proyecto de renovación y reformas que se propuso el Concilio Vaticano II (CVII) y que quedó inconcluso o empantanado.
A lo largo de su pontificado, el Papa Francisco ha ido creando todo un vocabulario que gira en torno a la misma idea: Iglesia que se mueve, que hace opción por los últimos, que va a la periferia, que sale de sí misma (1), que anda por la calle, Iglesia inclusiva, no excluyente, o auto-centrada, no narcisista, que no vive para sí misma, Iglesia enteramente misionera (EG 34), hospital de campaña, campo de refugiados… Pero la que ha sonado más es la de “Iglesia en salida”: “Sueño con una opción misionera capaz de transformarlo todo, para que las costumbres, los estilos, los horarios, el lenguaje y toda estructura eclesial se convierta en cauce adecuado para la evangelización del mundo actual más que para auto-preservación” (EG 27). (2)

‘EN SALIDA’… DE LA CRISTIANDAD
Me parece interesante la consigna de “Iglesia en salida”, porque nos evoca como contraparte, una “iglesia que no sale, encerrada en sí misma”. Detrás del mismo concepto de iglesia en salida, hay una crítica a una iglesia autocentrada, auto-referencial; dice el Papa que “hay estructuras eclesiales que pueden llegar a condicionar un dinamismo evangelizador” (EG 26) (3). Con este concepto de iglesia en salida,  el papa Francisco toma postura crítica frente a la ideología de la autoreferencialidad que ha predominado en la Iglesia católica durante siglos y todas las prácticas que se derivan de ella. (4)
Lo que tenemos que preguntarnos es ¿de dónde tiene que salir la Iglesia y hacia dónde tiene que encaminarse? Para responder a estas interrogantes, es necesario tener en cuenta el momento histórico que vivimos y que vive el cristianismo ya que este contexto condiciona la respuesta a estas preguntas. A manera de síntesis podríamos decir que lo que caracteriza a este momento son esencialmente dos cosas:
·         Un sistema económico que está generando cada vez más islas de abundancia en medio de océanos de pobreza, marginación y exclusión y que además produce daños irreparables a los ecosistemas; y
·         2) Una transformación cultural de dimensiones globales, (aquí en América Latina, como parte de las consecuencias que ha generado los procesos de secularización que ha traído la modernidad y pos modernidad) sobre todo en las sociedades occidentales, causada por el desarrollo de la ciencia y las tecnologías- las comunicaciones (se podría hablar de crisis de valores, vacío existencial, violencia y corrupción a todos los niveles, conciencia ecológica y de los DDHH, migraciones en masa, globalización del capital financiero-con los desequilibrios económicos y sociales que produce- aproximación de culturas, y al mismo tiempo choque de culturas, etc.). (5)
Dentro de la transformación cultural, encontramos una transformación religiosa nunca antes vista. Con los procesos de secularización se pensaba que la religión desaparecería, pero no fue así, más bien se habla del retorno de lo religioso (causado entre muchas cosas, por la necesidad de sentido, de pertenencia y de dar respuesta a las necesidades existenciales en torno al sentido de la vida, de la muerte…).
Ahora, este retorno no significa necesariamente volver a las formas tradicionales de expresión o vivencia religiosa. De hecho en México cada vez son más los católicos que abandonan la institución y se van a otros grupos religiosos, más de tipo pentecostal y fundamentalistas. Todas estas transformaciones (económicas, tecnológicas, culturales…) que ha generado
primero la modernidad y luego la posmodernidad (o modernidad líquida como llaman algunos), están afectando profundamente al cristianismo y a la institución eclesial. Esto obliga a replantearse todo el quehacer de la Iglesia, porque en este proceso de cambios acelerados, la Iglesia se ha visto desplazada socialmente, perdiendo mucho poder de influencia y si nos atrevemos a ir más a fondo todavía, encontramos que la cultura occidental, por siglos identificada con el cristianismo (cristiandad), ya no se identifica con éste, aun cuando todavía se encuentran ciertos vestigios imborrables dentro de la sociedad secularizada. Ha habido una ruptura entre el cristianismo y la cultura occidental. (6)
En América Latina la Iglesia ha desempeñado un papel importante en la conformación de las sociedades desde el siglo XVI hasta la época actual; pero su protagonismo ha venido a menos en gran parte del continente a partir de la segunda mitad del siglo XX, debido a los procesos de secularización. (7) Sin embargo, no se puede afirmar que el continente sea profundamente cristiano. Podrá serlo en teoría, en el discurso, pero no de facto. Es un cristianismo sociológico. La mayoría de los cristianos en Latinoamérica no están evangelizados. Millones de hombres y mujeres bautizados en este continente, por no decir en México, se dicen cristianos sin asociar el cristianismo con ningún evangelio, con ninguna buena noticia. (8) Y sin relacionar la fe con una ética social. Según las estadísticas. Nuestro continente es el más violento del mundo (   ) uno de los más corruptos (    ); uno de los más desiguales. Si alguna vez recibimos lo esencial del Evangelio como una buena noticia, quedó sumergido por otros elementos desligados de la fe, que adquirieron importancia aislada y desproporcionada.
En Medellín, los obispos se enfocaron en la realidad de pobreza, marginación, opresión e injusticia que vivían los pueblos del continente, y al mismo tiempo percibieron el tránsito de las sociedades agrarias hacia sociedades urbano-industriales. Empezaban a surgir valores y modos de vida característicos de la modernidad, que los obispos vieron con ojos críticos, pero no necesariamente negativos. En las últimas tres Conferencias del Episcopado Latinoamericano, los obispos desplazaron el foco de atención hacia el mayor desafío de la fe (según ellos): el proceso de secularización y el secularismo. Partieron de dos premisas básicas:
·         el sustrato católico de la identidad de los pueblos Latinoamericanos (9); y
·         que estos pueblos estaban siendo impactados por una cultura externa (la modernidad), que aunque tiene algunos elementos positivos, en general resultan alarmantes porque modifican sustancialmente la vivencia religiosa y la identidad latinoamericana. Los obispos proponen, que ante la crisis que ha producido la modernidad en Latinoamérica, la solución es el reposicionamiento de la Iglesia católica y su mensaje, o sea, una nueva cristiandad. (10)
A la Iglesia Católica Latinoamericana todavía no le cae el veinte de todas las consecuencias que supone el desplazamiento que ha tenido la religión y concretamente la institución eclesial y la ruptura que supone. Por un lado supone la pérdida de poder, visibilidad e influencia en  la configuración de la vida social y en otras muchas dimensiones de la vida. Por otro, la resistencia que ha mostrado la Iglesia frente al cambio y a la modernidad, le ha generado antipatías, cuando no rechazo y descalificación; además de abandono de sus filas de muchos cristianos que ya no se ven representados ni identificados con la institución. Sin embargo, visto desde otra perspectiva, más optimista y esperanzadora, este desplazamiento y esta ruptura podrían ser positivos para el cristianismo y la Iglesia; le podría permitir situarse frente a la nueva realidad con más libertad y encarar con nuevos fundamentos la evangelización de la nueva situación cultural a la que se enfrenta. Aceptar esta situación implica aceptar el fin del cristianismo sociológico en el que todos nosotros hemos nacido y vivido. (11)
Para realizar este salto mortal, la Iglesia tendría que estar dispuesta a salir… porque no se trata de modificaciones en el lenguaje o de cambiar algunas formas de hacer pastoral… El cambio cultural y económico que nos arrastra exige de la Iglesia un cambio en la forma de auto- comprenderse, en las formas institucionales y las mismas expresiones religiosas. No se trata de simples reformas (aunque estas sean urgentes), ni de simples adaptaciones; me parece que hay que repensar el cristianismo a partir de nuevos presupuestos. La situación no es fácil, pues con mucho trabajo y resistencias, la Iglesia se abrió al diálogo con el mundo de la modernidad en el CVII, y 53 años después, no ha logrado abandonar del todo el modelo de cristiandad o neo-cristiandad (por lo menos aquí en A. L.: “En nuestros días se hace necesario un esfuerzo y un tacto especial para inculturar el mensaje de Jesús, de tal manera que los valores cristianos puedan transformar los diversos núcleos culturales, purificándolos, si fuera necesario, y haciendo posible el afianzamiento de una cultura cristiana, que renueve, amplíe y unifique los valores históricos pasados y presentes, para responder así de modo adecuado a los desafíos de nuestro tiempo” SD 21); y ahora los tiempos le exigen repensar o recomponer la experiencia cristiana en su totalidad para que el cristianismo tenga posibilidad de sobrevivir y se vuelva significativo en una sociedad donde no hay muchas referencias claras y definidas. (12)
No es la primera vez que la Iglesia se encuentra en una situación de crisis como esta. Cuando el movimiento de Jesús, con toda la cultura judía que lo suponía, se enfrentó al mundo cultural helenístico, fue la totalidad de la experiencia cristiana la que tuvo que ser recreada para que pudiera ser asumida y comprendida por el nuevo contexto cultural. Lo que implicó mucho discernimiento, salidas y rupturas con lo anterior. Y después de aquella primera inculturación (y quizá única) el cristianismo vivió casi durante veinte siglos dentro de mismo horizonte cultural. Y en el proceso se fue configurando un cristianismo cuya solidez sorprende. Pero nada de esto hubiera pasado, si los primeros cristianos no hubieran tenido la osadía de salir de sus límites judíos… Tuvieron que salir de unos esquemas rígidos (culturales, geográficos, políticos) y aceptar un nuevo comienzo.
Hoy la comunidad de seguidores de Jesús está ante un nuevo desafío… después de tantos siglos se le presenta la misma coyuntura… si quiere seguir siendo relevante, si quiere ser fiel al mensaje del que es portadora, si quiere ser fiel al Evangelio, tiene que disponerse al cambio; tiene que abrirse a la realidad que la interpela; lo que supone transformaciones en su forma de comprenderse, en sus formas de expresar y celebrar su fe y una nueva configuración institucional. Y todo esto, no solo para recuperar visibilidad social, sino su coherencia evangélica. Hoy más que nunca la Iglesia necesita recuperar credibilidad; ser creíble sólo se logra con la coherencia; que sus discursos se traduzcan en acciones o signos verdaderamente salvadores, sanadores y esperanzadores. Lo que se juega la Iglesia y el cristianismo en este momento histórico, es su identidad histórica. (La LG afirma que la iglesia es “reunión visible y comunidad espiritual, Iglesia terrestre y comunidad dotada de bienes celestiales… y que ambas forman una realidad compleja, constituido por un elemento humano y otro divino…” (LG 8).
Esta dimensión humana, histórica, que es la visible e institucional, es la que está en juego. No la dimensión institucional en sí misma (que alude a la estructura ministerial-apostólica; cuerpo de escritos, sacramentos), sino la forma de estar en este mundo del siglo XXI (Iglesia constituida y ordenada en este mundo como una sociedad-LG 8). La Iglesia, como comunidad peregrina en este mundo (LG 6; 8; 9), como sociedad humana, tiene que ir adaptándose a las nuevas realidades que plantean los nuevos tiempos. Institución que no se renueva termina por ser irrelevante y disfuncional… En otras palabras, tenemos que distinguir la necesaria institucionalidad de la iglesia y la contingencia y variabilidad histórica de entramado organizativo que sí requiere renovarse y cambiar. (13) Y esto último es lo que se juega en esta hora histórica.

SALIR PARA DÓNDE
Y aquí cerramos el paréntesis, y trataremos de responder a la pregunta que nos hicimos al inicio: ¿De dónde tiene que salir la Iglesia y hacia dónde tiene que encaminarse para cumplir su misión histórica?

-          Tiene que salir de una cultura clerical, (caracterizada, entre otras cosas, por el privilegio, la separación, el estatus, la actitud narcisista de creerse con derecho a todo, la prepotencia y arrogancia, liderazgos autoritarios, la cosmovisión rígidamente jerárquica) (14) a una cultura del diálogo, de la equidad, de la corresponsabilidad, del respeto…
-          Tiene que salir de una iglesia fortaleza (que pretende “proteger” a sus fieles de la contaminación de la modernidad), a una iglesia “hospital de campaña”, como dice el Papa Francisco, que atienda y acompañe a todas las personas que la busquen, sin importar su estado civil, moral, género u orientación sexual.
-          Tiene que transitar hacia una iglesia del cuidado, de la misericordia, de la revolución de la ternura; y es que una iglesia que se dice ser el cuerpo de Cristo y sacramento de salvación, debe imitar a su Señor mirando y comprometiéndose con los que nadie mira, con los que nadie quiere. 
-          Tiene que salir de una institución absolutista, monárquica, centrada en sí misma, rígida, obsesionada por la ley, que divide a sus miembros en dos categorías (15), generando desigualdades, hacia una iglesia comunión, pueblo de Dios, en movimiento, creativa, que confíe en el Espíritu de Dios que acompaña y genera nuevos carismas, sostiene en las crisis y suscita nuevos caminos y formas de expresión en la historia.
-          Tiene que salir de una iglesia que enseña doctrinas y normas, a prácticas de encuentro afectuoso con las periferias de todo tipo: geográficas, culturales, existenciales…
-          Tiene que pasar de una Iglesia que hace opción por los pobres y habla mucho de ellos, a una Iglesia pobre y que se compromete con los pobres, los abraza, los defiende y los promueve a través de proyectos transformadores y alternativos que los empoderen y los dignifiquen.
-          Tiene que salir del estatus quo y la complicidad con los partidos políticos y/o las élites del poder, hacia una iglesia profética, que toma partido a favor de las víctimas del sistema y que llama por su nombre a los que generan injusticia. Una Iglesia que busca la reconciliación y la paz; que trabaja para la reconstrucción del tejido social.
-          Tiene que salir de una Iglesia ahistórica, con muy poca o ninguna auto-crítica, a una Iglesia encarnada en el contexto que le está tocando vivir, crítica de sí misma (en lo que de limitada y contingente tiene como sociedad humana), abierta a aprender de sus errores, humilde, flexible, con capacidad de adaptación… (16)
-          Tiene que pasar de una Iglesia encerrada en las cuatro paredes de la parroquia a una Iglesia que sale a la calle, a la vida cotidiana de la gente; que se involucra y se compromete en proyectos que construyen oportunidades de desarrollo y promoción humana, construyen ciudadanía responsable, construyen justicia social, que generan economías sustentables, que cuidan el medio ambiente… Ahí donde la realidad se impone, ahí debe estar la iglesia acompañando y construyendo codo a codo con la comunidad.
-          Tiene que salir de una pastoral de sucesos, de la improvisación, de centralismo, de dispersión, de discontinuidad, de competencia, de inmovilismo… hacia una pastoral de procesos comunitarios, de planificación, de participación, de enfoque (visión), de colaboración, de flexibilidad ante la realidad cambiante… (17) De una pastoral que se preocupa por lo cuantitativo, por llenar estadios, a una pastoral de la calidad, de la profundidad, de tocar la vida concreta de las personas; hay que transitar hacia la Iglesia casa (sobre todo en las grandes urbes), a la iglesia de las pequeñas comunidades (18), para poder generar vínculos, sentido de pertenencia, compañía, inclusión…

Una iglesia en salida, requiere que el laicado salga de su posición de inferioridad y dependencia en relación al clero. Implica desclericalizar a muchos laicos, que han introyectado esta cultura y modo de ser, generando muchos conflictos al interior de la comunidades y movimientos eclesiales. Pero implica cuestionar también el carácter corporativo de la actual organización eclesiástica (la forma en que está formada o constituida). (19) Generar un laicado con estas capacidades, implica la formación sistemática y crítica de hombres y mujeres que vayan transitando hacia la autonomía e independencia, capaces de actuar en la sociedad civil, como ciudadanos responsables  y que vivan dentro de la sociedad los valores evangélicos. Capaces de colaborar en la construcción del Reino de Dios desde dentro de la Iglesia y dentro de la sociedad civil.
Laicos dispuestos a salir de los confortables límites parroquiales o de sus movimientos… Todo este dinamismo que genera una Iglesia en salida, tiene que ir acompañado de grupos o comunidades fuertes, que oren y se formen juntos, que trabajen en colaboración, pues no es fácil enfrentarse a una sociedad que promueve por todos los medios los valores del sistema capitalista. Es casi imposible vivir los valores evangélicos sin el apoyo de una comunidad fuerte y que sirva de referencia; no en este mundo que nos está tocando vivir. Realmente es vivir contracorriente. Implica un estilo de vida contracultural. Y es fácil que la corriente nos arrastre. (20)
Por otra parte, es importante señalar que se precisa de un cambio de conciencia por parte de los obispos y sacerdotes. Sin el reconocimiento de la autoridad eclesial, y sin que ésta le reconozca cierta autonomía, los laicos/as no encontrarán el espacio necesario para desarrollarse como iglesia en movimiento. Es muy triste encontrar que la fe y compromiso de muchos laicos dependa tanto del trato que reciban de sus pastores, o de los espacios que éstos “generosamente” les ceden. (21)

SIEMPRE HA HABIDO UN ‘IGLESIA EN SALIDA’
Por otra parte, también es importante señalar, que siempre ha habido laicos comprometidos, adultos en la fe, que han estado dispuestos a salir de su confort para comprometerse con el proyecto de Jesús, que impulsa la construcción de la vida y la lucha por la justicia social. En este sentido, siempre ha habido una Iglesia en salida. Desde los primeros laicos que buscaron una vida más en coherencia con las exigencias evangélicas y que luego se transformaron en monjes, pasando por los movimientos evangélicos de pobreza voluntaria (como los valdenses y los cátaros que terminaron considerados como herejes) (22) y el surgimiento de las órdenes mendicantes, y otros muchos movimientos de renovación eclesial, que se lanzan hacia las periferias, podemos hablar de una Iglesia siempre en salida, siempre dispuesta a comprometerse con los pobres y marginados. Porque finalmente el Espíritu sopla como quiere y cuando quiere.
En América Latina, con la dinámica que generó Medellín, hubo muchos laicos/as y sacerdotes, religiosos y religiosas que salieron de sus prácticas tradicionales y pusieron manos a la obra para construir un nuevo estilo de Iglesia, una iglesia de los pobres y para los pobres; muchos se comprometieron en las luchas populares, en movimientos sociales; muchas congregaciones se insertaron en ambientes populares. Muchos cristianos se involucraron en la política y otros hasta llegaron a comprometerse en las luchas guerrilleras. El CVII y Medellín suscitó muchas expectativas y esperanzas, y una dinámica nunca antes vista en el continente. Estas expectativas y estas dinámicas nuevas y creativas, fueron disminuyendo y generando mucha frustración a medida que se iba imponiendo la línea dura proveniente de Roma; hasta que se instaló el invierno eclesial.
Como consecuencia hubo nuevamente un éxodo, una Iglesia en salida; pero esta vez fueron miles de cristianos que dejaron de identificarse con la institución eclesial y se auto exiliaron. Muchos decidieron seguir con su vida cristiana al margen de la Iglesia; otros muchos buscaron opciones que les fueran significativas y transitaron hacia sectas y movimientos pentecostales evangélicos (muchos empujados por la realidad social que se iban imponiendo). Y otros muchos siguieron comprometidos en el ámbito social y político, pero ya sin referencia a la institución eclesial. (23)
El teólogo inglés Pete Ward, habla de una “iglesia líquida” (usando la idea de modernidad líquida, de Bauman). Para Pete Ward la iglesia también se vuelve “líquida” y no se identifica con sus instituciones y estructuras. Ward describe el desarrollo de una eclesialidad líquida independiente de la “iglesia sólida”. Las nuevas formas líquidas de la iglesia nacen y crecen de manera informal, espontánea y efímera. Son formas cotidianas de vivir el Cuerpo de Cristo o Pueblo de Dios, de comunicar la fe, de construir el Reino; pero no se relacionan de forma explícita con la Iglesia sólida. Ésta sin embargo, permanece.
La iglesia líquida es un complemento de la iglesia institucional, sobre todo es para las personas que no quieren o no pueden identificarse con la iglesia institucional. Stefan Silber (teólogo alemán, pero con mucha experiencia en A.L.) retoma el término y lo utiliza para describir la fluidez de la Iglesia de los laicos en América Latina: dinámica en sus transformaciones y borrosa en sus límites. Para este teólogo “iglesia líquida” es una categoría epistemológica, pues ayuda a reconocer y a entender la iglesia aún fuera de sus límites visibles. (24) Para este teólogo, la Iglesia de los laicos se conforma ante todo como iglesia líquida: está insertada y difundida en los contextos seculares y líquidos de nuestro mundo: presente en movimiento sociales y populares, en instituciones y organizaciones, hasta en partidos políticos. Están en esos espacios porque quieren vivir su fe y su compromiso cristiano; así viven su misión.
No es necesario que estas iglesias líquidas sean organizadas en comunidades visibles e identificables. Pueden ser redes virtuales y transitorias de personas individuales. Son personas que desde sus vocaciones específicas responden a los desafíos de cada momento histórico. Estos bautizados, que no están dentro de la institución, se relacionan con otras personas que no necesariamente son cristianos. Lo importante es que juntas pretenden responder a los desafíos que presenta la realidad. (25) Existen, para este teólogo, otras formas de iglesias líquidas, que asumen estructuras más duraderas: laicos rechazados por sus comunidades eclesiales que no pierden la fe y se atreven a vivirla en lugares distintos, creando nuevas comunidades, expresiones líquidas de la Iglesia. (26)
Resumiendo, se podría afirmar que esta iglesia líquida representa esos espacios creativos que, desde la fe, se abren en las fronteras, en las márgenes del sistema. Las fronteras tradicionales de la iglesia institucional se disuelven en la postmodernidad y se abren a nuevas experiencias cristianas, más incluyentes. Hay que reconocer vientos del Espíritu que se mueve por donde quiere…  Esta iglesia líquida es expresión de la misión de la iglesia que toma en serio su compromiso de construir un mundo más humano de acuerdo al proyecto del Dios de Jesús. 
La lucha por la paz, contra la violencia y los conflictos armados, la preocupación por las y los migrantes, el cuidado y protección del medio ambiente, la lucha por los DDHH y muchas áreas más de compromiso político y social, son campos de movimiento y desarrollo para la Iglesia en la actualidad. Si no prestamos atención a estas nuevas formas de vida de la Iglesia, donde los laicos son protagonistas, y si solamente nos fijamos en su participación en las parroquias, los movimientos e incluso en las comunidades de base habituales, no podemos reconocer la obra del Espíritu en la Iglesia en el presente y las transformaciones que la iglesia de los laicos ha tenido y está teniendo dentro de las sociedades en movimiento. (27) Hay una parte de la Iglesia que ya está en salida.
El Papa Francisco nos está urgiendo a ser Iglesia en salida… Para la institución eclesial, eso supone conversión pastoral (28) en cuatro ámbitos:
1.       en la conciencia de la comunidad eclesial;
2.       en el ámbito de las relaciones de igualdad y autoridad;
3.       en el ámbito de las acciones y
4.       en el ámbito de las estructuras (SD 30).

Sabemos por los muchos documentos eclesiales del Magisterio, que la Iglesia nunca está acabada (EN 15; UR 6) y por lo tanto tiene necesidad de renovarse continuamente. El Magisterio latinoamericano y del Caribe en sintonía con Medellín y Santo Domingo, afirman en Aparecida que la “conversión pastoral” se entiende como el paso de una pastoral de cristiandad, de sacramentalización o de conservación, a una pastoral de post-cristiandad, evangelizadora, “decididamente misionera”. El papa Francisco quiere una Iglesia renovada capaz de hacer frente a los nuevos desafíos que presenta la postmodernidad. Esta conversión pastoral no sólo implica un cambio personal, sino estructural. Y es una conversión que no busca la visibilización de la iglesia, sino la construcción del Reino de Dios en este mundo, en el aquí y ahora de la historia. (29) En otras palabras, no se trata de “convertir” a las personas para que entren a la Iglesia, sino para que se identifiquen y asuman los valores del Evangelio y puedan así generar procesos de transformación en todas las áreas de la vida social.
La realidad socio-económica que vivimos en el continente latinoamericano y en el Caribe, nos está exigiendo salir a los caminos donde se juega la vida. Y tenemos que salir ligeros de equipaje, porque el camino es largo y pesado. Por eso, la opción por los pobres, la lucha por la justicia y la paz, la defensa de los derechos humanos,  la humanización de la vida y de la sociedad, son parte integrante del anuncio del Evangelio. La salvación pasa por la historia, sin agotarse en ella, por supuesto. Por eso, lo social, que fue el detonante de la conciencia eclesial latinoamericana, en los tiempos de Medellín, sigue siendo hoy, junto con lo cultural y religioso, un elemento inseparable de la praxis eclesial y la vivencia de la fe.
En este momento de cambio epocal, si la Iglesia no es capaz de reconfigurarse, de salir de sus esquemas pre-conciliares, no encontrará lugar en la sociedad que se avecina. Lo que está en juego es una verdadera recreación de la figura histórica del cristianismo. Es la oportunidad única de recrear la experiencia cristiana a partir de su novedad original.
Este salto no podrá realizarse sin tomar en cuenta lo que dio origen a su existencia: la referencia a la persona de Jesús como criterio permanente de lo que es cristiano y la presencia del Espíritu que fue abriendo caminos y rompiendo esquemas. Es precisamente el Espíritu el que nos permite mantener la esperanza, resistir y permanecer en medio de tantas contradicciones. Iglesia en salida es la comunidad que se abre al Espíritu de Dios, porque confía en su promesa. Una Iglesia del Espíritu. 


Notas
1 Audiencia del 23 de marzo del 2013.
2 Hoornaert, Eduardo, ¿Qué significa una Iglesia en salida?, 
3 Boff, Leonardo, “Papa Francisco: Iglesia en salida, ¿de dónde y hacia dónde?”, en Koinonía, julio 3, 2015.
4 Hoornaert, ibíd.
5 Palacio, Carlos, “El cristianismo en América Latina. Discernir el presente para preparar el futuro”, Revista Latinoamericana de Teología # 372.
6 Palacio, Carlos, íbid.
7 Legorreta, José de Jesús, Modernidad, secularización e Iglesia en América Latina, Universidad Iberoamericana, México 2016, p. 15.
8 Segundo, Juan Luis, Acción pastoral latinoamericana vs motivos ocultos, Ediciones Búsqueda, Argentina 1972, p. 114.
9 La tesis central del planteamiento esencialista católico afirma que la identidad latinoamericana se configuró entre los siglos XVI y XVIII, teniendo como núcleo más profundo el catolicismo. Esta postura enfatiza una homogeneidad cultural sobre las diferencia naturales, poniendo como denominador común el cristianismo. Se pasa por alto las diferencias interculturales y se difuminan las relaciones asimétricas entre culturas dominantes y las marginadas. Hay que cuestionarse si la conquista y el sometimiento consiguieron unificar y fundir las diversas culturas por medio de la religión. Para los obispos, la respuesta es afirmativa. Cfr. Legorreta, Modernidad, secularización e Iglesia en América Latina, Universidad Iberoamericana, 2013, pp. 81-82.
10 Legorreta, Íbid.
11 Palacio, Carlos, íbid.
12 Palacio, Carlos, íbid.
13 Estrada, Juan Antonio, “Carisma e institución”, en Nuevo Diccionario de Teología, Juan José Tamayo (dir.), Trotta 2005, p. 127.
14 Sperry, Len, Sexo, sacerdocio e Iglesia, Sal Terrae, Santander 2004, pp. 108-109.
15 Dijo Pío X: “La Iglesia es, por su propia esencia, una sociedad desigual, es decir, una sociedad que incluye a dos categorías de personas: los pastores y el rebaño, los que ocupan un rango en los diferentes grados de la jerarquía y la multitud de fieles. Y estas categorías son de tal forma distintas entre sí que únicamente en el cuerpo pastoral residen el derecho y la autoridad necesarios para promover y dirigir a todos los miembros hacia el fin de la sociedad. Por lo que se refiere a la multitud, no tiene otro derecho sino el dejarse guiar y, como rebaño fiel, seguir a sus pastores” (Pío X, Vehementer Nos # 8, 11 de febrero de 1906).
16 Boff, Leonardo, ibíd.
17 Merlos Arroyo, Francisco, Teología contemporánea del ministerio pastoral, Palabra Ediciones y Universidad Pontificia de México, 2012, pp. 39-43.
18 Bravo, Benjamín (coord.), ¿Cómo hacer pastoral urbana?, San Pablo, México 2013, p. 7.
19 Frente a la estructura sacerdotal del Templo, el movimiento de Jesús optó decididamente por un modelo laical de organización. Los primeros líderes (obispo, presbítero, diácono) eran laicos, igual que Jesús. Sólo con el tiempo, el cristianismo fue adoptando las estructuras del judaísmo y de la sociedad romana dentro de su organización (Cfr. Juan Antonio Estrada, La identidad de los laicos. Ensayo de eclesiología, Ediciones Paulinas, 1990).
20 Hoornaert, Eduardo, Íbid.
21 Silber, Stefan, “Esperanza, crisis y movimiento. La Iglesia de los laicos en América Latina”, Alternativas 24, 2017, p. 50.
22 Con la consolidación del feudalismo en el siglo XI se dieron una serie de cambios sociales y económicos, a los que se sumaron cambios en la espiritualidad. Se tradujeron en una creciente insatisfacción con las formas tradicionales de entender a Dios y de vivir cristianamente. En este contexto, la mayoría de las herejías no nacieron por falta de religiosidad, sino de la búsqueda de una nueva espiritualidad más y mejor adaptada a las nuevas necesidades y a los nuevos tiempos. Es en este contexto, donde en el siglo XII, surge el Valdismo, que buscaba alcanzar una Iglesia de los pobres más auténtica que la Iglesia oficial. Su defensa del derecho de los laicos a predicar y la petición de unas Escrituras en lengua vernácula atentaban directamente contra el monopolio religioso del clero. (Cfr. Alvira Cabrer, Martín, “Movimientos heréticos y conflictos populares en el pleno Medievo”, en Emilio Mitre Fernández (coord.), El mundo medieval, vol II, Editorial Trotta, Madrid 20113, pp. 400-406. 23 Vigil, José María, “Libertad a la intemperie. Sobre la necesaria reforma de la Iglesia católica”.
24 Silber, Stefan, Íbid. 25 Silber, Stefan, íbid. 26 Esta iglesia puede darse en los aspectos controvertidos de la religiosidad popular (que tiene celebraciones populares al exterior de los templos y fuera del alcance regulador de la iglesia institucional). También pueden considerarse iglesia líquida a las “Católicas por el derecho a decidir”, quienes sin dejar de ser católicas, expresan disconformidad con la doctrina expresa de la institución eclesial.
27 Silber, Stefan, ibíd.
28 El término “conversión pastoral” es una categoría teológico-pastoral de la Iglesia latinoamericana y caribeña, que aparece por primera vez en el documento de Santo Domingo y que luego es rescatada en Aparecida. Cfr. Brighenti, Agenor, “La conversión pastoral de la Iglesia. Concepto e indicaciones programáticas”, en Medellín 170, vol. XLIV, enero—abril 2018, pp. 11-38.
29 Brighenti, Agenor, “La conversión pastoral de la Iglesia. Concepto e indicaciones programáticas”, en Medellín 170, vol. XLIV, enero-abril 2018, pp. 18-19.


miércoles, 23 de enero de 2019

Actuales acontecimientos eclesiales relevantes


I G L E S I A   E N   M A R C H A
Acontecimientos  Eclesiales  relevantes

Guayaquil, enero de 2019, Pedro Pierre.

ÍNDICE
1.       Sínodo sobre Jóvenes, octubre de 2018: Resumen del Documento final.
2.       Encuentro Mundial de Jóvenes Indígenas, enero de 2019: Declaración final.
3.       Sínodo sobre la Amazonía, marzo-octubre de 2019: Desafíos.
4.       Asamblea sinodal de los laicos de Chile, enero de 2019: Declaración final.
5.       De Medellín a Aparecida: Líneas pastorales del papa Francisco, mayo de2018.


1. DOCUMENTO  FINAL  DEL  SÍNODO  SOBRE  JÓVENES

“ Los  jóvenes,  la  fe  y  el  discernimiento  vocacional ”

CONTENIDO
-          Datos generales
-          Escuchar a los jóvenes
-          Iluminación desde la fe
-          Orientaciones y compromisos
-          Conclusiones
Resumen. PR. Guayaquil, nov. de 2018.

Presentación resumida del Documento de Conclusión del Sínodo sobre los Jóvenes (Roma, oct. del 2018).

A. DATOS
1.       Objetivos: Dejarnos guiar como Iglesia por la fe y el entusiasmo de los jóvenes.
2.       Preparación: 15,300 respuestas de jóvenes a un cuestionario.
3.       Participantes: 267 obispos, 29 auditores y 23 expertos.
4.       Sínodo, 4 semanas en octubre de 2018.
-          Reunión en Roma, para dar orientaciones al papa mediante un Documento de conclusión.
-          Documento final aprobado por 191 obispos (1/4ª parte desfavorable). Votaron solo los obispos.
-          Los jóvenes participaron mediante la encuesta, cuyas respuestas formaron el Documento de Trabajo de los obispos. Tuvieron una reunión con ellos en Roma previa al Sínodo y unos participaron en una sesión.
-          Método de trabajo: Los 3 pasos del encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús (Lucas 24,13-35)
1. Escuchar a los jóvenes
2. Profundizar a la luz de la fe
3. Sacar orientaciones

B. ESCUCHAR A LOS JÓVENES
1.       Cómo ven el mundo de hoy
-          Una globalización que los margina.
-          La multiplicación de las guerras de parte de las grandes potencias que siguen dominando y saqueado.
-          La redes virtuales que permiten la comunicación y la información inmediatas, pero que imponen la cultura del descarte y un colonización cultural.
-          La falta de empleos juveniles
-          Las migraciones como nunca vistas tan masivas, de las cuales los jóvenes son la gran mayoría. Los migrantes encuentran desconfianza, miedo y rechazo al compartir y a la solidaridad.
2.       Cómo ven los jóvenes la Iglesia de hoy
-          Muy lejos de ellos.
-          Con un lenguaje que no les habla.
-          Encerrada en conceptos obsoletos dentro de estructuras del pasado.
-          No se sienten acogidos en las parroquias.
-          No tienen poder de decisión en las instancias eclesiales.
Conclusión: “Estamos en el peor de los mundos posibles” con una Iglesia centrada en sí misma.
3.       Comentarios
-          En el análisis de la realidad tanto social como eclesial no se señala las causas de las situaciones denunciadas, ni los responsables; personas, instituciones o sistemas que las provocan.
-          Por ser el Sínodo una reunión de obispos mayores y célibes que hablaron sobre los jóvenes, el Documento de conclusión pierde de su vitalidad en los distintos aspectos señalados en el Documento de trabajo.

B. ILUMINACIÓN DESDE LA FE
1.       Aportes de los jóvenes
-          Viven en un nuevo tiempo marcado por la tecnología.
-          Tienen muchas riquezas para renovar la Iglesia.
-          Se notan entusiastas, generosos, decididos, creativos…
-          Aprecian a Jesús, están abiertos a todas las religiones, buscan una espiritualidad fuerte.
2.       Jesús es la figura que no pasa
-          Fue joven. A los 12 años tomó la decisión de seguir el proyecto de su Padre Dios.
-          Se dedicó a levantar a los jóvenes enfermos, caídos, muertos, atrapados por el dinero…
-          Quiere una Iglesia joven, o sea, abierta, viva, solidaria…
Conclusión: La Iglesia busco una renovación urgente y cuenta con los jóvenes para lograrlo.
3.       Comentarios
-          Poco profundización de la figura de Jesús con relación a los jóvenes tanto en los Evangelios como en las Cartas de los Apóstoles.
-          No se define claramente cuáles son los mayores desafíos de la Iglesia ni las riquezas que los jóvenes pueden a portar a la Iglesia.

C. ORIENTACIONES - COMPROMISOS
1.       Negativamente
-          Desterrar, de manera especial en el clero, el clericalismo, machismo y patriarcalismo que detiene la participación de los laicos y particularmente de los jóvenes.
-          Dejar los dogmas, las normas y costumbres que no están al servicio del Evangelio, el Reino, la misión.
-           
2.       Positivamente
-          Volver a la cercanía entre las personas y la solidaridad con los pobres.
-          Reducir las instituciones privilegiando la misión como prioridad.
-          Retomar la dimensión comunitaria de la fe, fomentado la ‘sinodalidad’, o sea, el ‘caminar juntos’ entre todos los bautizados, siendo una Iglesia donde se decide entre todos y cada uno en su espacio.
-          Abrirse a las demás culturas y religiones, solidarizándose con las grandes causas: jóvenes, mujeres, naturaleza, sexualidad…

D. CONCLUSIONES: ‘¡Mucho ruido pocas y pocas nueces!’
1.       Muy buenas palabras… pero con contenido ‘descafeinado’ con relación al Documento de trabajo. y pocos compromisos reales: todo sigue igual.
2.       Muchas buenas ideas… pero poca profundización bíblica y teológica. No se siento la vitalidad de una espiritualidad para nuestro tiempo.
3.       Muy buenas intenciones, pero nos quedamos en orientaciones generales, sin decisiones ni compromisos firmes: en definitiva ‘todo sigue igual’.
Comentario: Hace falta cambiar ya personal y eclesialmente… proponiéndonos metas claras como Iglesia al servicio de la transformación de las personas y de la sociedad.
-          “La Iglesia es y debe ser la Iglesia de los pobres” (Juan 23, 1961) y no sólo con los pobres y para los pobres.
-          Para todos los bautizados, movimientos, instituciones, parroquia, clero, jerarquía y el mismo Vaticano, “el Reino es lo único absoluto; el resto es relativo” (ver Mateo 6,33 - Pablo 6°, 1975).
-          Nuestro servicio es, desde una conversión personal, la transformación social viviendo ya la sociedad que queremos: igualitaria, justa y solidaria.
-          Si damos protagonismo a los jóvenes y si apoyamos sus compromisos, la Iglesia puede reformarse y ponerse al servicio de las causas de los pobres.

“Que seamos siempre una Iglesia contempla-activa, enamorada de Dios
y apasionada del hombre", papa Francisco.


 2.  MENSAJE DESDE EL ENCUENTRO MUNDIAL DE LA JUVENTUD INDÍGENA.

“Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza con valentía”

1.  NOVEDAD CON JÓVENES INDÍGENAS, PR.

1.       Datos generales
La semana pasada, del 17 al 21 de enero, se desarrolló en Panamá el Primer Encuentro Mundial de Jóvenes Indígenas, justo antes de la Jornada Mundial de la Juventud. Participaron unos 400 jóvenes de 12 países, representando a 40 pueblos originarios. Aprovecharon este encuentro para “compartir su fe en Jesucristo desde la riqueza milenaria de sus culturas”. Trataron temas como “La memoria viva de nuestros pueblos - La importancia de vivir en armonía con la Madre tierra - Ser protagonistas en la construcción del otro mundo posible”. Tuvieron la dicha de recibir un mensaje del Papa Francisco que los invitaba a “hacerse cargo de sus raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.

2.       Gastos
Este encuentro se da en víspera de la Jornada Mundial de la Juventud, organizada por la Iglesia católica en la ciudad de Panamá. Estas jornadas anuales se dan desde el año 1975 y congregan más jóvenes que los juegos olímpicos. Se espera la presencia de unos 100,000 jóvenes de los más diversos países del mundo. En comparación con los Juegos Olímpicos costo de 54 millones de dólares no deja de sorprender. Por ejemplo, la Jornada Mundial de la Juventud de Río de Janeiro en 2013 costó unos 60 millones de dólares, mientras que los Juegos Olímpicos en esa misma ciudad, un año más tarde, ¡superaron los 8.000 millones!

3.       Sínodo de la Amazonía
Llama felizmente la atención este Encuentro Mundial de Jóvenes Indígenas que se realiza en medio de un pueblo indígena de Panamá. Ocurre mientras la Iglesia católica Latinoamericana prepara para octubre próximo un ‘Sínodo sobre la Amazonía” cuyo objetivo es “abrir nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. No es novedad decir que la Iglesia católica está pasando por una fuerte crisis. Enumeramos aquí alguna de sus causas: los escándalos de pederastia de sus sacerdotes y obispos, la falta de sacerdotes debida principalmente al celibato obligatorio de sus miembros, la marginación de las mujeres en las instancias de decisiones, el desfase de sus expresiones públicas con relación a la realidad del siglo 21, la dificultad para ponerse al servicio de las diferentes culturas, religiones y espiritualidades, la alianza de la mayoría de las jerarquías nacionales con los poderes políticos y financieros, la renuencia del clero por trabajar según las orientaciones del papa Francisco por la paz, la equidad, la democracia, los derechos humanos, la defensa de la Madre Tierra… Por esos mismos hechos son los jóvenes quiénes más se alejan de las Iglesias porque no encuentran acogida favorable a sus anhelos y sus necesidades.

4.       Declaración final
En la declaración final de su Encuentro Mundial los jóvenes indígenas denuncian “las numerosas violaciones a la dignidad de nuestros pueblos, las invasiones y explotación de territorios originarios, los gobiernos que violan las leyes de protección ciudadana, las transnacionales y los grandes proyectos económicos que violan a la Casa Común a través de la minería, deforestación, construcción de hidroeléctricas y el turismo invasivo.” Nos hacen un llamado a todos y todas: “Exigimos el respeto de nuestra diversidad, cosmovisiones y nuestros modos de vivir, manifestados en las prácticas del Buen Vivir. De la misma forma nosotros como pueblos indígenas reconocemos que la tierra es nuestra madre, por eso demandamos el cuidado de la Casa Común para que todos los pueblos tengan vida y un futuro que ofrecer a las nuevas generaciones debido a que en esta tierra estamos entretejidos”. A la Iglesia católica, “pedimos los espacios apropiados para vivir nuestras espiritualidades, desde nuestras cosmovisiones, herencias de nuestras abuelas y abuelos, y el respeto a las teologías particulares de nuestros pueblos, frutos de la síntesis entre nuestra fe ancestral y la plenitud de nuestra esperanza en la persona de Jesucristo”.

Conclusiones
Que estas reflexiones nos ayuden a recapacitar y actuar para lograr los cambios necesarios tanto en la sociedad como en las Iglesias. Así tendremos una vida mejor, una comunión feliz con la naturaleza y una apertura a los llamados que nos hace Dios a través de los jóvenes indígenas, los pueblos originarios y sus culturas, religiones y espiritualidades.

2.  MENSAJE DEL ENCUENTRO MUNDIAL

A los pueblos indígenas del mundo, a los hermanos y hermanas que comparten con nosotros la fe católica y a las personas de buena voluntad:
-          Nos hemos reunido, llenos de esperanza, jóvenes indígenas de 12 países representando a 40 pueblos originarios, del 17 al 21 de enero de 2019 en Soloy, Comarca Ngäbe-Bugle, Panamá, para compartir nuestra fe en Jesucristo desde la riqueza milenaria de nuestras culturas. Tratamos temas como de la memoria viva de nuestros pueblos, la importancia de vivir en armonía con la Madre tierra y ser protagonistas en la construcción del otro mundo posible. Nos alegró recibir el mensaje del Papa Francisco al inicio del EMJI donde invita a la juventud indígena “hacerse cargo de las raíces, porque de las raíces viene la fuerza que los va a hacer crecer, florecer y fructificar”.
-          En un ambiente de danza, música y oración, también compartimos impactantes testimonios que nacen de las realidades de nuestros pueblos, como sus luchas, anhelos, sueños, esperanzas y dolores, de los cuales brota un grito de la Madre Tierra y de sus hijos oprimidos. Entre las numerosas violaciones a la dignidad de nuestros pueblos, escuchamos de las invasiones y explotación de territorios originarios, gobiernos que violan las leyes de protección ciudadana, las transnacionales y los grandes proyectos económicos que violan a la Casa Común a través de la minería, deforestación, construcción de hidroeléctricas y el turismo invasivo. Así mismo, reconocemos con dolor que las autoridades y gobiernos, quienes deberían de cuidar a la población en general, especialmente a los más débiles, crean alianzas con poderes económicos para llevar a cabo sus intereses individuales marginando a los demás.
-          Sentimos el sufrimiento que vive particularmente el pueblo Naso y Emberá en Panamá por la falta de respuesta del gobierno para la demarcación de su territorio, la masacre de los pueblos indígenas en Brasil, especialmente los Guarani, Kaiowa y Karipuna que viven con una amenaza inmediata de genocidio y la masacre de los jóvenes nicaragüenses por defender los derechos de sus pueblos. De igual manera nos preocupa la amenaza y el asesinato de líderes indígenas cuando defienden los derechos de sus pueblos y la Madre Tierra.
-          Por eso, nosotros los jóvenes indígenas, reunidos en una sola voz, exigimos el respeto de nuestra diversidad, cosmovisiones y nuestros modos de vivir, manifestados en las prácticas del Buen Vivir. De la misma forma nosotros como pueblos indígenas reconocemos que la tierra es nuestra madre, por eso demandamos el cuidado de la Casa Común para que todos los pueblos tengan vida y un futuro que ofrecer a las nuevas generaciones debido a que en esta tierra estamos entretejidos.
-          Hacemos un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general que se reconozcan y demarquen los territorios indígenas, y proporcionen una educación que respete las culturas de nuestros pueblos como culturas distintas, con sus propias riquezas y sabidurías.
-          A nuestra querida Iglesia, pedimos los espacios apropiados para vivir nuestras espiritualidades, desde nuestras cosmovisiones, herencias de nuestras abuelas y abuelos, y el respeto a las teologías particulares de nuestros pueblos, frutos de la síntesis entre nuestra fe ancestral y la plenitud de nuestra esperanza en la persona de Jesucristo.

¡Ha llegado el momento de vivir con alegría el rostro indígena de la Iglesia!


3.  SÍNODO  PARA  LA  AMAZONÍA :  DESAFÍO  PARA  LA  IGLESIA.

Reflexiones, Pedro Pierre. Enero de 2019.

CONTENIDO
Introducción
1.       Las propuestas en torno al Sínodo de la Amazonía
2.       Las propuestas de un número significativo de teólogas y teólogos.
3.       Los caminos a confirmar.
Conclusión

INTRODUCCIÓN

¿POR QUÉ ESTAS REFLEXIONES RELACIONADAS CON EL SÍNODO PARA LA AMAZONÍA…?
-          Mirando atrás, vemos que el Documento final del Sínodo sobre los Jóvenes es bastante pobre. Los obispos siendo gentes clericales, mayores y célibes no dan más que lo que escribieron sobre los Jóvenes. Se espera algo mejor del Sínodo sobre la Amazonía… sin hacer se demasiadas ilusiones.
-          El papa Francisco, con su visión clásica y abierta de la Iglesia, está rescatando las grandes intuiciones del Concilio Vaticano 2°, lo que es bastante a partir de su experiencia latinoamericana y de su valentía personal.
-          Como parte de la Iglesia de los Pobres, somos un número significativo a tener una visión más precisa de los desafíos y de los caminos que se plantean hoy a la Iglesia, porque los vivimos en carne propia, especialmente las y los que hemos trabajado y trabajan en el Vicariato de Sucumbíos, con monseñor Gonzalo López de muy feliz memoria.
-          Mis propuestas están a largo plazo… pero más pasa el tiempo, más se desfasa la Iglesia institucional. Los cambios son posibles ya que se vive algunos, necesarios porque el pueblo de los pobres lo está pasando mal en la misma Iglesia, y urgentes porque las crisis eclesiales serán siempre más fuertes y devastadoras.
-          Hay que hacer avanzar lo que más podemos y ganar gentes para esta tarea. ¿Dónde estamos? ¿Dónde están nuestras comunidades? Y ¿cómo dar pasitos sin detenerse? En eso estamos.
-          Una duda: Se propuso desde el Vaticano trabajar un cuestionario. No sé la fecha de entrega de las respuestas. Además he leído que ¡habrá un ‘pre-sínodo’ en marzo!...

Mis reflexiones sobre los necesarios cambios en la Iglesia tienen 3 etapas:
1.       Las propuestas en torno al Sínodo de la Amazonía
2.       Las propuestas de un número significativo de teólogas y teólogos.
3.       Los caminos a confirmar.

  parte :  LAS  PROPUESTAS  EN  TORNO  AL  SÍNODO  DE  LA  AMAZONÍA

El Sínodo de la Amazonía va a ser fundamental para toda la Iglesia: un hecho histórico excepcional, porque toca las estructuras eclesiales y su finalidad que es la misión al servicio del Reino. Será una novedad: un volver a Jesús y a las prácticas de las primeras Comunidades cristianas… o un fracaso con retrocesos espantosos.

A. DATOS DEL SÍNODO DE LAS AMAZONÍA

1.       Datos generales
-          Tema: Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.
-          Fechas 2019, pre-sínodo en marzo y sínodo en marzo.
-          Lugar: Amazonía ¿brasileña?
-          Preparación: Mediante un cuestionario.
-          Participantes: De los 9 países amazónicos.

2.       Lema en 2 ejes: ‘Nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral’
a)      “Nuevos caminos…: Eso se espera.
b)      Nuevos caminos para la Iglesia…
-          Los nuevos caminos no son sólo para las Iglesias amazónicas sino para la Iglesia universal.
-          "Tenemos que replantearnos nuestro modo de presencia en la Amazonía".
c)       … Y nuevos caminos para una ecología integral”:
-          Hacer realidad el deseo del Papa Francisco, "oír el clamor de la Tierra, oír el grito de los pueblos", pues son los más pobres quienes "anuncian un tiempo nuevo y un futuro que no sea controlado por una economía que mata".
-          Se trata de una revolución ecológica, desarrollo humano integral.
-          "La iglesia tiene que anunciar que otra política es posible", garantizando "una protección a la tierra y a las comunidades". Todo ello teniendo como base la Doctrina Social de la Iglesia.
d)      Temática
-          Ver: Identidad y clamor de la Panamazonía.
-          Discernir: Hacia una conversión pastoral y ecológica.
-          Actuar: Nuevos caminos para una Iglesia con rostro amazónico.

3.       Propuestas de ‘nuevos caminos’ eclesiales
-          “Necesitamos una Iglesia realmente indígena”.
-          "No se trata solo de defender sus derechos y su vida. La inculturación no basta".
-          Los ‘viri probati’ para presidir la Eucaristía. Serían varones responsables de Comunidades cristianos que podrían presidir la eucaristía en sus Comunidades. El Sínodo de los Jóvenes se refirió a ellos.
-          Mujeres ‘diaconizas’ y no sólo varones.
-          Celibato opcional
-          Espiritualidades: de la Creación, de la fraternidad, liberadora, de la encarnación y del diálogo.

CONCLUSIÓN
-          Las propuestas del Sínodo son muy tímidas.
-          El cuestionario es una oportunidad para proponer nuevos caminos… que ya ‘se caminan’.
-          Hay que recoger lo más valioso de las propuestas teológicas actuales por toda la Iglesia.

  parte :  LAS  PROPUESTAS  DE  UN  NÚMERO  SIGNIFICATIVO  DE  TEÓLOG@S

                La Iglesia de cristiandad, que todo lo dirigía, se acabó con el Concilio Vaticano 2° (1962-65)… sobre el papel de los Documentos conciliares en muchas partes de nuestra Iglesia.

A LAS AFIRMACIONES DEL CONCILIO
El Concilio Vaticano 2° fue el acontecimiento eclesial más importante del siglo pasado por las intuiciones y los cambios que provocó tanto en la Iglesia como en la sociedad.

1.       ¿Qué es lo que se creía antes del Concilio?...
… Y que, lastimosamente, se sigue creyendo en la mayoría del clero y de los católicos.
-          La Iglesia es la portadora exclusiva de la verdad revelada por Jesús y la 1ª Iglesia.
-          Esta verdad se expresa en los dogmas y en el derecho eclesial o canónico, cuyo catecismo católico es la exposición oficial.
-          Jesús ha fundado la Iglesia como único lugar de salvación y ha ordenado sacerdotes a sus apóstoles como continuadores de su sacerdocio.
-          Todo lo sagrado es administrado exclusivamente por el clero (obispos, sacerdotes y diáconos).
-          Los sacramentos y la liturgia se enraízan en el Nuevo Testamento y son inmutables para siempre.
-          El papa es infalible en todo lo que hace y dice.

2.       El concilio regresa a las fuentes de la Iglesia
Las fuentes de la Iglesia son Jesucristo, las primeras y el Nuevo Testamento.
a)      Jesucristo vino para hacer acontecer el Reino de Dios.
-          El Reino es lo primero.
-          Jesús es el único sacerdote. Toda su vida fue sacerdotal: Se presentó como ofrenda agradable a Dios.
-          La encarnación de Jesús nos hace descubrir que todo es sagrado y que cada persona puede encontrar directamente a Dios en su vida.
b)      En las 1ª Comunidades había 2 sacramentos: el bautismo y la eucaristía
-          El bautismo nos compromete por el Reino en Comunidades.
-          El Concilio confirma que el sacerdocio bautismal es el mayor sacramento.
-          Todos tenemos nuestro sacerdocio bautismal para presidir la eucaristía cuando la Comunidad nos lo pide.
-          La Eucaristía era ‘la fracción del pan’, celebrada en las casas donde se reunían las Comunidades.
c)       Los descubrimientos arqueológicos nos dan una visión nueva de la Biblia en general y del Nuevo Testamento en particular.

3.       Las grandes intuiciones del Concilio
a)      Al interior de la Iglesia
-          Todos los bautizados somos la Iglesia
-          La Iglesia está al servicio del Reino.
-          La iglesia como tal no se puede equivocar: Expresa el ‘sentido común’ de los bautizados. El papa es infalible cuando expresar el sentir de la Iglesia.

b)      Con relación a las demás Iglesias y religiones
-          Todas las grandes religiones son válidas.
-          El ecumenismo (respeto, diálogo y colaboración) es el camino de las Iglesia cristianos.
-          La inculturación es el camino de las religiones, o sea, asumir en las demás religiones lo que expresa la verdad revelada.
c)       Con relación a la sociedad
-          La sociedad es independiente en su espacio: se respeta su leyes sobre ética, sexualidad…
-          Los Derechos Humanos son la base de todas las sociedades.

B. EL PENSAR DE LOS TEÓLOGOS Y GRANDES OBISPOS
                Son muchas y muchos los que aportan con ‘caminos nuevos’ para la Iglesia: Karl Rahner, Hans Kung, las y los teólog@s de la liberación y muchos más, como también los dichos y hechos de los obispos “Padres de la Iglesia” latinoamericana.

1.       Jesús fue el profeta o Mesías del Reino
-          ‘El Reino es lo único absoluto’: Todo está a su servicio.
-          El Reino es la realización de la fraternidad universal en la igualdad y la equidad.
-          El Reino es de los pobres y de los que nos hacemos pobres y solidarios con ellos.
-          El Reino se basa, por una parte, en los derechos humanos individuales y colectivos y, por otra, en los valores evangélicos (amor a los enemigos, perdón, fe…).
-          El Reino se expresa en los procesos de liberación de los pobres que contribuyen a su crecimiento integral.
2.       Jesús fue el único sacerdote.
-          Toda su existencia fue sacerdotal: su vida, muerte y resurrección fueron una ofrenda agradable a Dios.
-          Jesús confió el memorial de la Cena a sus discípulos y no a 12 apóstoles sacerdotes que hubiera ordenado sacerdotes.
3.       La Eucaristía es responsabilidad de las Comunidades las cuales eligen el o la que la preside.
-          La Eucaristía es el memorial de la Cena de Jesús donde anticipa su muerte y resurrección.
-          Hoy las Comunidades presentan, sin sacerdote ordenado, la ofrenda agradable a Dios de la/s muerte/s y resurrección/es de Jesús hoy en las muertes y resurrecciones de las personas que sufren y mueren injustamente.
4.       El bautismo nos hace a todos, individual y colectivamente
-          Profetas, o sea, ministros de la palabra,
-          Sacerdotes, o sea, ministros de la celebración y
-          Reyes-pastores, o sea, ministros de la organización comunitaria del Reino.
5.       La Biblia es Palabra de hombres y de Dios al mismo tiempo
-          La Biblia no es primero un libro de historia sino de orientación religiosa, adaptado a la cultura de su tiempo.
-          La vida de hoy es Palabra de Dios y eso es lo primero: Dios liberador con nosotros en Jesús-Emanuel. La Biblia es nuestra referencia privilegiada.
-          Los libros de las demás religiones también son Palabra de Dios.
6.       La inculturación tiene que sustituirse por la interculturalidad
-          El Documento de Sto. Domingo proponía la inculturación de la fe, la Iglesia, el Evangelio, los dogmas, la liturgia: No avanza porque se elige ¡lo que nos parece bueno en las demás religiones!
-          La interculturalidad es el compartir de experiencias de las demás espiritualidades.
7.       Todas las grandes religiones son salvadoras
-          Ninguna religión puede abarcar totalmente a Dios.
-          Todas las religiones son queridas por Dios. Son encontró de Dios con las gentes y encuentro de las gentes con él.
-          Nos revelan algo particular de Dios: Nos enriquecemos unos a otros.
-          Las espiritualidades son el corazón de las religiones. Estas son expresiones culturales de las diferentes civilizaciones: el camino es la ‘interculturalidad’.

CONCLUSIÓN
1.       No faltan los caminos abiertos:
-          Démoslo a conocer y
-          Adaptémoslos a nuestras Comunidades
2.       Mantengámonos al tanto de las novedades teológicas.
-          Aprovechemos ‘internet’ para ilustrarnos.
-          Estemos atentos a lo que pasa con y entre las religiones.
3.       Seamos creativos con los jóvenes.
-          Aprendiendo de ellos las espiritualidades actuales.
-          Convirtiéndonos con ellos a la realidad de hoy, tanto social como eclesial.

  parte :  LOS  CAMINOS  A  CONFIRMAR

A. MAS QUE REFORMA, ¿NO SE TRATARÁ DE UNA RUPTURA PROGRESIVA?
La palabra ‘ruptura’ es de José Comblin, teólogo brasileño de la teología de la liberación, fallecido.

1.       Pregunta: ¿Se puede ‘reformar’…?
-          La institución eclesial: papado, curia vaticana, nuncios, propiedad eclesiales…
-          El clero: Habrá clericalismo mientras haya clero.
-          El sacerdocio ministerial: no hay más sacerdote instituida que el de nuestro bautismo.
-          Los dogmas… que llevan la marca de una época, especialmente la de los emperadores romanos.
-          La liturgia y los sacramentes con sus rúbricas intocables.
-          El fundamentalismo bíblica que dice que ‘todo es Palabra de Dios’.

2.       La Iglesia de los Pobres está sustituyendo progresivamente la Iglesia de cristiandad
-          La Iglesia de los Pobres está constituida por todos los grupos cristianos que hacen la opción por los pobres: CEBs, Equipos Docentes, JOC… Aprende a vivir, actuar, pensar, creer, actuar… desde y con los pobres.
-          La Cena del Señor se vive ya en estos grupos sin sacerdote ministerial.
-          Su lectura de la Biblia parte de la realidad de hoy como Palabra de Dios.
-          La interculturalidad es su práctica en la solidaridad, momentos de reflexión, formación, celebración…
-          La misión es aprender de los que queremos evangelizar….


CONCLUSIONES
-          No dejemos de reunirnos para compartir experiencias e inquietudes.
-          Tengamos esperanza: el papa Francisco puede sorprendernos positivamente.
-          El Espíritu de Jesús guía su Iglesia… desde los pobres.


4.  DECLARACIÓN  FINAL  DE  LA  PRIMERA  ASAMBLEA
DEL  SÍNODO  NACIONAL  LAICAL  DE CHILE

Aníbal Pastor N.*.
RD. Jesús Bastante, 07 de enero de 2019.
El laicado chileno perdió el miedo: "Soñamos con una Iglesia horizontal, diversa, participativa e inclusiva".
Se comprometen a "reconstruir la Iglesia devastada por pecados y delitos".
Erradicar la cultura del abuso de poder, proponiendo acciones orientadas al establecimiento de la justicia
y reparación, creando un ambiente seguro para todas y todos.

La manifestación palpable de que otra iglesia es posible, fue lo que quedó en la retina, en la memoria y en el alma de todos y todas las participantes. El inicio del sínodo constituyó, en definitiva, un hecho sin precedentes y la gran buena nueva de hoy: las mujeres y hombres militantes de la iglesia en Chile, que han sufrido la crisis de abusos de poder en todos los ámbitos, perdieron el miedo.
Lo hicieron a contracorriente. Sin dinero. Y a pesar de algunas llamadas telefónicas jerárquicas que aconsejaban no asistir. Lo hicieron superando las barreras internas levantadas por quienes aparentan ir en el mismo sentido. Pero sobre todo, se venció́ el miedo reflexionando, llorando juntos, contendiéndose unos a otras, diciendo en su tiempo lo que había que decir, y haciendo, celebrando y compartiendo "como Dios manda" según el decir popular.

ASÍ OCURRIÓ
Hace un año, la visita de Francisco a Chile tan manipulada por la elite, se transformó́ un hito inicial. Al irse el papa del país, la desazón colectiva invadió́ el mundo eclesial en Chile. Eso de que venía "a confirmar en la fe" era solo una frase sin sentido, más cuando se iba exigiendo "pruebas" contra los delitos de abusos que todos y todas ya sabían gracias al valiente testimonio de tres hombres que hace ocho años salieron a la luz pública para contar lo que les había sucedido.
El ejemplar testimonio de Juan Carlos Cruz, que fue a la asamblea a animar a los participantes, sumado al de José́ Andrés Murillo y James Halmilton fue fundamental. Luego, la corriente que abrió́ el laicado de Osorno para enfrentar a uno de los obispos encubridores de delitos, fueron parte de los hitos fundacionales de una laicado sin miedo.
Pero así́ como «el viento sopla donde quiere: tú oyes su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va" y que "lo mismo sucede con todo el que ha nacido del Espíritu» (Jn 3,8), fue el mismo Francisco quien después animó y motivó al laicado mediante su carta Al Pueblo de Dios que Peregrina en Chile, de mayo de 2018:
Exhorto a todo el Santo Pueblo fiel de Dios que vive en Chile a no tener miedo de involucrarse y caminar impulsado por el Espíritu en la búsqueda de una Iglesia cada día más sinodal, profética y esperanzadora; menos abusiva porque sabe poner a Jesús en el centro, en el hambriento, en el preso, en el migrante, en el abusado.}

Y ASÍ FUE.
Tras un año de aquello, comenzaron a dar frutos el esfuerzo de un grupo de laicas y laicos que promovían este "caminar juntos" (significado de sínodo) por todo el país para que fuere nacional. En la medida que la red crecía y por no contar con obispos creíbles, se definió́ como un sínodo auto convocado.
Finalmente, para hacerlo realidad, se hizo como siempre este laicado comprometido hace en sus comunidades pobres para sobrevivir: ejercer la solidaridad y practicar la autogestión. Los recursos comenzaron a llegar como la multiplicación de los panes: desde canastas vacías todos y todas lograron almorzar dos días seguidos.
La diversidad de experiencias, de quehaceres pastorales, devociones marianas, espiritualidades y carismas religiosos, opiniones político-eclesiásticas, metodologías diferentes para dar cuenta de la realidad, las actitudes para enfrentar la jerarquía y al clero... la consideración de las religiosas como laicas de la iglesia, la diversidad cultural dada por las regiones del país y cada vez más compleja con la inclusión de pueblos originarios y migrantes... nuestras diferencias sociales, económicas y políticas, de dar diferentes acompañamientos a los movimientos sociales... la diversidad teológica en que todos y todas fueron formados... más los carismas, egos y liderazgos de las personas... cada uno de esas diferencias constituía un mundo en sí que solo podía ser unido por el Espíritu.
El viejo pero esplendido teatro de los jesuitas ubicado al costado de la tumba del Padre Alberto Hurtado, tiene un foro habilitado con sillas para 250 personas. Cupieron 300. Otras 4.200 fueron alcanzadas por la transmisión en vivo por internet y de ellas 811 interactuaron con preguntas y comentarios.
Pese a esta exitosa convocatoria, lo relevante no fue la cantidad sino que la calidad de las personas asistentes. En este escenario se dio cita la medula de la iglesia chilena, es decir, personas militantes que dan vida a las comunidades, movimientos, espiritualidades, parroquias y obispados. Hasta a algunas comisiones de la Conferencia Episcopal. Estaban las personas más activas en catequesis, liturgia, solidaridad, y pastorales especializadas como derechos humanos, el mundo rural, diversidad sexual, migrantes, mapuche, mujeres, etc. quienes llegaron a Santiago desde el sur y norte del país. También, hay que decirlo, religiosas (que son laicas) que siempre acompañan a su gente y algunos curas que son fieles al pueblo de Dios.
… Porque el lugar de la reunión tenía una significación especial. Alberto Hurtado, sacerdote jesuita de mitad del siglo pasado, conmovió́ a Chile entero preguntándole si verdaderamente seria un país católico si no practicaba la solidaridad con los pobres y con los niños.
Fue, Hurtado entonces, quien animó a los universitarios a entrar en política para superar la pobreza. Él formó a sindicalistas chilenos en dignidad y derechos. Él inspiró las vocaciones más fieles que han acompañado al laicado en la lucha por los derechos humanos y a las comunidades cristianas populares durante décadas... hasta que envejecieron y fueron sustituidas por la iglesia del poder, del dinero, de los delitos y la cultura del encubrimiento. Por los que creían que el Concilio Vaticano II había sido demasiada concesión. ¡Pero fallaron!
Por eso, ese fin de semana del 5 y 6 de enero de 2019, cuando tuvo lugar este sínodo, el santo de la justicia social, Alberto Hurtado, debe haber gozado como nunca con los tres centenares de visitantes a su tumba. Él abrió́ las puertas y ventanas de su santuario para que la Ruáh soplara más fuerte. Él debe haber mirado al Padre/Madre al terminar la asamblea exclamando: "Contento, Señor, Contento".
Los contenidos de la "iglesia en éxodo" como le llamaron en una de las reflexiones, "iglesia en salida" le dice Francisco, serán plasmados en un documento que elaborará con calma la coordinación nacional de la red laical en los próximos meses.
No obstante, la declaración emitida al finalizar el encuentro, dejó en claro tres cosas:
-          La primera, es que entre las causas de la crisis de la iglesia se hallan "el clericalismo, el abuso de poder, la indolencia y la falta de conciencia crítica del laicado".
-          Segundo, que la otra iglesia que es posible está constituida por comunidades de base, que busca y ejerce la justicia, es servidora y abierta a las necesidades de la gente y al mundo; es horizontal, diversa, participativa e inclusiva, con real protagonismo de mujeres y jóvenes.
-          Y tercero, que serán líneas de acción en este proceso sinodal las siguientes: la modificación de la estructura de poder para incluir al laicado en especial a las mujeres; la formación del pueblo de Dios; y la erradicación de la cultura del abuso de poder, con justicia y reparación.

* El autor, Aníbal Pastor, es periodista, y en representación del Centro Ecuménico Diego de Medellín participó en la organización de la primera asamblea del Sínodo Laical de Chile.
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Declaración final: BAUTIZADOS HACIENDO HISTORIA DE LA IGLESIA CHILENA.

Nosotros, laicas y laicos, discípulas y discípulos de Jesús, reunidos en la jornada de apertura del Sínodo Nacional Laical autoconvocado y autogestionado en el Santuario del Padre Hurtado de Santiago los días 5 y 6 de enero del 2019.
Bajo un mismo desafío, hemos decidido iniciar un proceso de diálogo y de participación, que favorezca un análisis del estado actual de la Iglesia católica en Chile y promueva el sueño de una iglesia de comunidades, que están al servicio de la construcción del Reino de Dios en nuestro país.
Iluminados por el Espíritu Santo, buscando reconstruir nuestra iglesia devastada por pecados y delitos, hemos discernido comunitariamente, que las principales causas de esta crisis son: el clericalismo, el abuso de poder, la indolencia y la falta de conciencia crítica del laicado.
Frente a esta crisis soñamos con una iglesia:
-          Constituida por comunidades de base.
-          Orante, profética y liberadora que busca y ejerce la justicia.
-          Que sea servidora y abierta a las necesidades de la gente y al mundo.
-          Horizontal, diversa, participativa e inclusiva, con real protagonismo del laicado en especial de las mujeres y los jóvenes.
Durante este tiempo sinodal queremos trabajar en los siguientes ámbitos:
-          Promover la modificación de la estructura de poder al interior de nuestra iglesia (en la generación y la estructura de su ejercicio) y la participación laical en la toma de decisiones.
-          La participación de la mujer en las instancias de responsabilidad y poder.
-          Fortalecer y renovar procesos de formación de todo el pueblo de Dios.
-          Erradicar la cultura del abuso de poder, proponiendo acciones orientadas al establecimiento de la justicia y reparación, creando un ambiente seguro para todas y todos.

Finalmente nos comprometemos a replicar este proceso sinodal en los espacios locales de nuestro país.

Para terminar, pedimos al Espíritu Santo nos ayude en este éxodo para que nuestra iglesia sea fuente de vida, de fraternidad y de servicio.

Declaración Final Asamblea de Apertura del Sínodo Laical
Enero 2019, Santuario del P Hurtado.

Anexo:
El Senado chileno revoca, por unanimidad, la nacionalidad chilena al cardenal Ricardo Ezzati.
Religión Digital, 08 de enero de 2019.
-          El arzobispo de Santiago está imputado por encubrimiento de abusos sexuales.
-          La decisión deberá ser ratificada por la Cámara Alta y la Cámara de Diputados.
-          El religioso forma parte del grupo de siete obispos chilenos que están siendo investigados por la Fiscalía Nacional de Chile por casos de abusos sexuales que han salpicado a la Iglesia.


  parte :  DE  MEDELLÍN  A  APARECIDA
Las  líneas  pastorales  del  papa  Francisco


Descripción: http://amerindiaenlared.org/uploads/contenidos/thumbs/201802/1518683106_955zcHQh.jpg

Guayaquil, Pedro Pierre, mayo de 2018.

CONTENIDO
1.       Antecedentes eclesiales y sociales
2.       En Medellín nació una nueva Iglesia
3.       En Aparecida nació una manera de ser cristiano
4.       Hacia una Iglesia laical o Iglesia de los pobres


Siempre son los acontecimientos sociales los que nos trajeron grandes novedades en la Iglesia. Generalmente también estas novedades eclesiales tienen dificultades para generalizarse. Es lo que pasa en nuestro continente. Para resumir digamos:
-          Con la reunión episcopal en Medellín, Colombia 1968, nació una nueva manera de ser Iglesia.
-          Con las reunión episcopal de Aparecida, Brasil 2017, nació una nueva manera de ser cristiano.
Esas son las opciones con las que el papa Francisco se identifica plenamente, llamándonos con insistencia a hacerlas realidad en nuestro continente.

A. ANTECEDENTES SOCIALES Y ECLESIALES
                Los tiempos de cambios sociales exigen compromisos a los cristianos y así provocan cambios eclesiales. Es lo que pasó en los años ’60. Por todas partes se gestaban cambios sociales, espacialmente en Europa y en América Latina.
                En Europa, los movimientos de Acción Católica nacido de la JOC (Juventud Obrera Católica) con el padre José Cardjin en Bélgica permitieron el despertar y el compromiso de los jóvenes en la sociedad y en la Iglesia. Estos movimientos de base preparaban sin darse cuenta el Concilio Vaticano 2°, en particular gracias a su método de reunión y compromiso: ‘Ver, Juzgar y Actuar’ desde los jóvenes de los sectores pobres de las grandes ciudades.
En América Latina despertaban los movimientos populares para un cambio de sociedad: el triunfo de la revolución cubana en 1959 había prendido la chispa por todas partes. En ellos muchos cristianos se hicieron presentes, hasta en los movimientos guerrilleros. Sacerdotes y obispos se inquietaron y se reunieron para entender lo que estaba pasando y cuál era la misión de la Iglesia en esta realidad.
El Concilio Vaticano 2°, de 1962 a 1965, permitió el expresar de todas estas inquietudes, ponerse a la escucha de lo que estaba pasando, abrir nuevos caminos y confirmar una Iglesia pobre y servicial, aunque los Documentos finales se acercaban más a las preocupaciones europeas. La iglesia de América Latina, mediante el CELAM (Consejo Episcopal Latino Americano), fue la única en organizar una reunión episcopal continental, la segunda, en Medellín (Colombia), en 1968 para entender “la presencia de la Iglesia en la actual transformación de América Latina”, tal como lo indica el lema de dicha reunión.
Para el papa Francisco, las intuiciones y orientaciones del Concilio son sus prioridades, haciéndonos entender que un Concilio es en la Iglesia la máxima autoridad y el mayor acontecimiento eclesial del siglo 20.

B. EN MEDELLÍN NACIÓ UNA NUEVA MANERA DE SER IGLESIA
                En América Latina, la década del ’60 fue de gran efervescencia tanto en la sociedad como en la Iglesia. El despertar de los pobres sacudía el desorden establecido. En la Iglesia nacían, entre los cristianos pobres, las Comunidades Eclesial de Base (CEBs), siendo Brasil su primera cuna en la década de los ‘50.
                El Concilio llevaba la preocupación por los pobres pero no profundizó en su problemática ni en las nacientes CEBs latinoamericanas. Las intervenciones de los obispos latinoamericanas no lograron que esta preocupación realizara el sueño del papa Juan 23 que había convocado el Concilio: “La Iglesia es y deber ser la Iglesia de los pobres”. Pero unos 40 obispos mayoritariamente latinoamericanos sellaron su compromiso de vivir pobremente y al servicio de los pobres, mediante “El pacto de las Catacumbas”. Además se comprometieron a hacer una reunión latinoamericana para aplicar el Concilio en América Latina.
                En Medellín los obispos van con sus asesores que pasaran a ser los teólogos de la liberación. Comienzan escuchando unas ponencias de los obispos más relevantes de América Latina: Eduardo Pironio de Argentina, Pablo Muñoz y Leonidas Proaño de Ecuador, Samuel Ruiz de México… sobre las inquietudes pastorales del momento. Con otros, ellos son “los Padres de la Iglesia Latinoamericana” e hicieron de Medellín el lugar de nacimiento de una nueva manera de ser Iglesia: La Iglesia de los Pobres. De visita en Colombia, el papa Pablo 6° inauguró dicha Conferencia Episcopal Latinoamericana y luego aprobaría (por teléfono) sus conclusiones.
Por todos estos motivos el Documento de Medellín son la cédula de identidad de la Iglesia latinoamericana. ¿Cuáles fueron las líneas principales?
-          Análisis de la realidad: América Latina se encuentra en una situación de empobrecimiento por la situación de dependencia frente a los países industrializados.
-          Iluminación cristiana: Esta realidad de pobreza ‘clama al cielo’ y constituye una ‘situación de pecado social’ que hay que combatir.
-          Compromisos: La Iglesia hace una opción por los pobres solidarizándose con sus causas y confirmando las nacientes CEBs como ‘primer núcleo de Iglesia’.
Tales opciones encontraron enseguida mucha oposición tanto en la Iglesia como en la sociedad. Los grupos eclesiásticos más tradicionalistas tildaron a los obispos y sacerdotes mentores de Medellín como ‘comunistas. Los papas Juan Pablo 2° y Benedicto 16 fueron sus máximos representantes. El gobierno de Estados Unidos no tardó en enviar de visita al continente una misión liderada por el millonario empresario Rockefeller para analizar lo que pasaba en la Iglesia y orientar al gobierno para contrarrestar las novedades que podían ‘afectar los intereses norteamericanos’. De allí nació el famoso ‘Documento de Santa Fe’ (California, EE.UU.) que programó la política exterior de Estados Unidos hacia América Latina: las dictaduras sangrientas y los miles de asesinatos de obispos, sacerdotes, religiosas y seglares afín de neutralizar la Iglesia de la Pobres de América Latina. Notaremos que estamos con el ¡4° Documento de Santa Cruz! Esto hace pensar que esta Iglesia de los Pobres sigue, por una parte, viva en América Latina y, por otra, combatida por el imperio del norte…
        Cuando su visita a Colombia, el papa Francisco hizo de su discurso en Medellín una orientación sobre lo que debe ser la Iglesia, conforme a los Documentos de la reunión del CELAM en 1968: “Nos dejó la propuesta de una moral humanitaria que priorice la lucha contra la desigualdad y la pobreza, como esencia de la construcción de una nueva Colombia”.

C. EN APARECIDA NACIÓ UNA NUEVA MANERA DE SER CRISTIANO
                La 5ª reunión episcopal latinoamericana se dio en 2,007 en Aparecida, Brasil. Monseñor Jorge Bergolio es su secretario general. Abordaron la manera de ser “discípulos y misioneros de Jesucristo para que en él nuestros pueblos tengan vida”. La gran novedad de Aparecida fue que se confirmara las grandes orientaciones de Medellín: su método de trabajo, su opción por los pobres, las CEBs, la conversión eclesial a Jesucristo y a la misión, la liberación calificada de ‘auténtica e integral’… “mediante una fuerte conmoción que impida (a la Iglesia) instalarse en la comodidad, el estancamiento y la tibieza, al margen del sufrimiento de los pobres”. Hasta se planeó una ‘Gran misión continental’ para tal propósito. Diez años después, nuestra Iglesia sigue en general, por una parte, bastante ‘cómoda, estancada y tibia’ frente a la realidad de pobreza y, por otra, bastante indiferente al ‘remesón’ que representan las palabras y acciones del papa Francisco.
                Aparecida marca el comienzo de una época centrada en los bautizados, los ‘cristianos de a pie’, cuyo doble camino es, por una parte, el ‘discipulado’, o sea, el seguimiento de Jesús, y, por otra, la ‘misión’, o sea, como dice el papa Francisco, siendo y haciendo una ‘Iglesia en salida, pobre y para los pobres’. Los obispos y sacerdotes tienen que dejarse evangelizar por los pobres…
Los capítulos 7-8 del Documento de Aparecida, relativos a la misión son los más significativos:

1.       “La Iglesia precisa de una ‘fuerte conmoción’.
2.       El cambio afectará todas las instituciones eclesiales, comenzando por la parroquia.
3.       La pastoral social es reforzada.
4.       Los desafíos son la ecología y la pastoral urbana.
5.       Los que conviven con el mundo de los pobres son los que van poner este programa en práctica.
6.       Los futuros discípulos misioneros capaces de cambiar la fisonomía de la Iglesia serán laicos, misioneros laicos.
7.       Se comenzará con personas voluntarias decididas a entrar en una aventura, pero sin programa previo ni gran formación porque el Espíritu les mostrará lo que deben hacer” (José Comblin).

Por las grandes tendencias tradicionalistas en la Iglesia y las grandes fuerzas conservadoras al nivel social, el Documento de Aparecida no encontró gran acogida en la institución eclesial y la ‘gran misión continental’ se quedó en un bonito enunciado… Muchos jerarcas y clérigos esperan que la ‘tormenta’ levantada por el papa Francisco, secretario de la Conferencia de Aparecida pase, afín de que todo siga como siempre…
        En cuanto al papa Francisco, sabemos que, “viniendo del fin del mundo”, lleva las huellas de una Iglesia latinoamericana, capaces de transformar la Iglesia universal y acercarla a mensaje y a la misión de Jesús.

CONCLUSIÓN: Hacia una Iglesia ‘laical’ o Iglesia de los Pobres
                El desafío está en el campo de los laicos y de los que nos solidarizamos con ellos. La Iglesia es de los bautizados y todos somos primero bautizados. El sacerdocio ordenado tiene que ponerse al servicio de la misión bautismal de todos los cristianos: ser profetas, sacerdotes y reyes-pastores, individualmente y en comunidad. Los sacerdotes tenemos que dar el paso de “sacerdotes celebrantes a asamblea cristiana sacerdotal”, como ya ha comenzado a hacerse realidad en varias partes de nuestro continente. El futuro de la Iglesia está ligado, en gran parte, a este cambio estructural, tanto de parte de los sacerdotes como de parte de los laicos: ser la Iglesia de los pobres, apasionados de Dios y de los hombres… o nos iremos ‘muriendo sin pena ni gloria’.
                No se trata de ser sólo una “Iglesia pobre para los pobres”, sino ser “la Iglesia de los pobres”. Al decir una Iglesia ‘para’ los pobres, no situamos fuera de los pobres: Esto nos exige una mudanza hacia esta Iglesia de los pobres. Aquella es de los mismos pobres (Lucas 6,21) y de los que nos hacemos pobres y solidarios con ellos (Mateo 5,3). Son, como dijo el teólogo José Comblin (Brasil), los que son pobres y optan por los pobres que van a construir la Iglesia de los Pobres. Por allí va nuestro camino y nuestra conversión. Esta es triple: en palabras, en hechos y en estructuras.
                Estemos atentos al Espíritu que está trabajando en las bases tanto de la sociedad como de la Iglesia: con los oídos puestos en estos 2 espacios tenemos que ser protagonistas de una Iglesia discípula, misionera y celebrativa como también de una sociedad equitativa, fraterna y participativa. “No temas, pequeño rebaño, porque al Padre de ustedes le agradó darles el Reino” (Lucas 12,32). ¡Ayudémonos en todo esto!


PREGUNTAS para reuniones de grupos

GRUPO 1
Pregunta 1: ¿Qué aspectos relevantes tanto positivos como negativos encontramos en la realidad económica de nuestro país?
Pregunta 2: ¿Qué palabras del papa Francisco nos iluminan esta realidad?
Pregunta 3: ¿Qué Palabras de Dios también nos iluminan en la dimensión política de la fe?
Pregunta 4: ¿Qué exigencias sacamos para nosotros?



GRUPO 2
Pregunta 1: ¿Qué aspectos relevantes tanto positivos como negativos encontramos en la realidad política de nuestro país?
Pregunta 2: ¿Qué palabras del papa Francisco nos iluminan esta realidad?
Pregunta 3: ¿Qué Palabras de Dios también nos iluminan en la dimensión política de la fe?
Pregunta 4: ¿Qué exigencias sacamos para nosotros?



GRUPO 3
Pregunta 1: ¿Qué aspectos relevantes tanto positivos como negativos encontramos en la realidad social (y cultural) de nuestro país?
Pregunta 2: ¿Qué palabras del papa Francisco nos iluminan esta realidad?
Pregunta 3: ¿Qué Palabras de Dios también nos iluminan en la dimensión política de la fe?
Pregunta 4: ¿Qué exigencias sacamos para nosotros?



GRUPO 4
Pregunta 1: ¿Qué aspectos relevantes tanto positivos como negativos encontramos en la realidad eclesial (y religiosa) de nuestro país?
Pregunta 2: ¿Qué palabras del papa Francisco nos iluminan esta realidad?
Pregunta 3: ¿Qué Palabras de Dios también nos iluminan en la dimensión política de la fe?
Pregunta 4: ¿Qué exigencias sacamos para nosotros?